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Las piedras urinarias no ocurren a menos que existan varias substancias en forma de cristales en la orina, esto puede ser favorecido por mala hidratación, hábitos dietéticos, malformaciones de vías urinarias y problemas metabólicos. Entre otras sales, los litos son formados por calcio, oxalatos, magnesio, fosforo, ácido úrico. El síntoma característico es un episodio de dolor cólico agudo, intenso, resultado de la obstrucción del uréter, o el riñón, otros datos como sangrado durante la micción e infecciones repetitivas de vías urinaria, se presentan habitualmente.
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1.1.-Hipercalciuria: se trata de un exceso de calcio en la orina, lo cual contribuye a la formación de piedras. Ante un exceso de calcio en la orina lo primero que ha de averiguarse es si está asociado o no a un exceso de calcio en la sangre (hipercalcemia). Cuando el nivel de calcio en sangre es normal, nos encontramos ante una Hipercalciuria idiopática. Este es el tipo más frecuente de hipercalciuria. La hipercalciuria se asocia menos frecuentemente a un exceso de calcio en la sangre (Hipercalciuria asociada a hipercalcemia). En este caso ha de completarse el diagnóstico ya que una hipercalcemia siempre es debida a otra enfermedad coexistente.
-Dieta: normalmente se encuentran unos niveles bajos-moderados de oxalato en orina (40-60 mg en 24 horas). Los alimentos que pueden provocar unos niveles más altos de oxalato son nueces, el té, frijoles, lima, espinacas, col y otras verduras. El tratamiento consiste en una moderación en el consumo de dichos alimentos.
-Causa digestiva: Se produce en aquellas enfermedades que provocan problemas de absorción en el intestino delgado, que por diversos mecanismos acaban provocando un aumento de la absorción de oxalato a nivel del colon (la parte más importante del intestino grueso). Estas enfermedades pueden ser la enfermedad de Crohn, pancreatitis crónicas, obstrucciones de la vía biliar y antecedentes de cirugía del intestino delgado. En estos casos los niveles de oxalato en orina son moderados-altos (60-80 mg en 24 horas).
-Hiperoxaluria primaria: se trata de un exceso de eliminación de oxalato en orina que no es debido a la coexistencia de ninguna otra enfermedad, sino que por la deficiencia de un enzima hay una masiva producción de oxalato durante los procesos metabólicos. En este caso los niveles son altos-muy altos (80-300 mg en 24 horas).
2.2.-Hiperuricemia: significa elevación de los niveles de ácido úrico en sangre, que aparte de una causa dietética como la que acabamos de comentar puede deberse a la existencia de otras enfermedades. La más importante es la gota que se caracteriza por dolores intensos articulares por depósito de los critales de ácido úrico en las articulaciones. Un 20% de los pacientes gotosos presentan hiperuricosuria (es decir niveles altos de ácido úrico en la orina) por lo que forman piedras. También puede aparecer hiperuricemia en algunas enfermedades de la sangre como los síndromes mieloproliferativos o la anemia hemolítica. Otras enfermedades más raras son algunas metabólicas como el Síndrome de Lesch-Nyhan y el déficit de 6-glucosa-fosfatasa. Finalmente existen algunos medicamentos que pueden provocar un aumento del ácido úrico en orina: diuréticos tiazídicos, salicilatos y el probenecid.
2.3.-Escaso volumen urinario: todas aquellas situaciones en las que disminuya el volumen de orina favorecen la aparición de litiasis úricas. Esto lo encontraremos en personas que ingieran pocos líquidos o que presenten una gran pérdida de los mismos (por sudor, ejercicios, diarreas o enfermedades intestinales malabsortivas).
Corresponden al 10-15% de las litiasis siendo su prevalencia mayor en las mujeres que en los varones. Adoptan un color apagado o marrón claro, son infecciosas y a veces son tan grandes que forman los cálculos coraliformes que son unas grandes piedras que se forman dentro de las cavidades renales. Si no son tratadas a tiempo pueden producir pielonefritis (infección del riñón) y un importante deterioro de la función renal. El problema es que muchas veces estas piedras no dan síntomas en sus fases iniciales y se acaban descubriendo cuando tienen un tamaño considerable, muchas veces en el contexto de un estudio por infecciones urinarias de repetición.
La causa principal de la formación de este tipo de piedras es la existencia de una orina alcalina (es decir lo opuesto a la acidez). Esto se debe a la acción de una sustancia llamada ureasa que poseen algunas bacterias como el Proteus, la Klebsiella, el Corynebacterium y la Pseudomona. Paradójicamente, aunque la E. Coli es la bacteria más frecuente en las infecciones urinarias no produce ureasa por lo que nunca es causante de una litiasis de estruvita.
4.-Litiasis de cistina. que provoca que una substancia llamada cistina no puede ser metabolizada por lo que acaba acumulándose en la orina. Este excesivo acúmulo es el que provoca la formación de piedras. La transmisión de esta enfermedad es de forma autosómica recesiva por lo que para padecerla de forma completa (homocigótica) como mínimo los dos padres han de ser portadores de la misma.
Es una enfermedad difícil de controlar y que ya debuta en la infancia debiendo estar el paciente sometido a controles y tratamientos de por vida.