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Una hernia inguinal es una protrusión del contenido de la cavidad abdominal por un punto débil del piso del canal inguinal. Sólo una operación quirúrgica puede reparar la hernia. Son patologías comunes y la plastía inguinal es la operación más frecuente en la práctica quirúrgica.
El diagnóstico de una hernia inguinal está fundamentado en la historia clínica y el examen físico de la ingle en el que se evidencia como en la imagen, una protuberancia. Rara vez se requieren exámenes adicionales para confirmar el diagnóstico. En ciertos casos un ultrasonido o una TAC, identifican otros componentes anatómicos, como intestino, vejiga, el apéndice cecal, etc.
El tratamiento quirúrgico puede ser de la forma convencional abierta, consistente en una incisión en la región inguinal, a través de la cual se ingresa al piso del canal inguinal, para colocar una malla de polipropileno, que con el paso del tiempo se integrará al tejido sano del paciente, restituyendo la normalidad de la anatomia deteriorada.
O por abordaje laparoscópico el cual, implica la reparación del defecto desde el interior de la cavidad abdominal, con la fijación de una malla con grapas especiales, al piso del canal inguinal.
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