La  Circuncisión consiste en la extirpación del prepucio. Este tejido cubre la parte final del pene. En algunos casos, se retrae y no permite dejar al descubierto el glande. Si esto se produce, se trata de la llamada fimosis; esta es una condición más común en  niños, aunque se produce con relativa frecuencia en pacientes de todas las edades. La circuncisión garantiza la higiene del glande lo cual puede evitar infecciones urinarias en determinados casos (por ejemplo pacientes diabéticos con balanitis). En aquellos casos en que la fimosis provoque dolor durante las relaciones sexuales, también esta indicada esta intervención. Algunas de las ventajas de la circuncisión descritas por algunos investigadores, incluyen una menor posibilidad de contagio del virus del SIDA en pacientes circuncidados. La operación se realiza con anestesia local y dura unos 30 minutos aproximadamente. La cirugía es ambulatoria, por lo que el paciente puede volver a su casa tras la intervención, para evitar el molesto retiro de puntos, las suturas que se colocan durante la cirugía, se absorben  y se caen solas en el transcurso de 2 semanas.